
Los efectos hormonales de la primavera afectan mucho a Nelo y le despiertan su vena más poética. Toda esta efusión de plantas, esta exuberancia de polen y esta variabilidad de temperaturas y efectos climáticos lo ha puesto tan tontín que apenas se comunica, pero dado que sus fans le reclaman, me ha pedido que haga este post (que él me dicta desde un rincón del jardín donde está tirado al sol a pata suelta). Y dice así:
"¿Me quiere? ¿No me quiere? ¿Me quiere?..."
- Que sí, Nelo que te quiero un montón -le he interrumpido-. Y deja ya esa vena Werther, que no te pega nada.
Ha seguido tirado al sol un buen rato y luego me ha pedido que, a partir de hoy, hagamos el paseo diario a primera hora de la mañana, que luego a mediodía empieza a hacer unos caloreeees !!!! Y, para rematar, ha suspirado.
La frase del día: Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera
Pablo Neruda (y que se la apliquen ese atajo de mamelucos que nos gobierna)