domingo, 1 de mayo de 2011

Ladrón frustrado

Explicada así no tiene la misma gracia que vivida en directo, pero intentaremos transmitir toda la esencia de la anécdota. 
En el mármol de la cocina he dejado unas rebanadas de pan para que se pongan secas y repartirlas en el momento oportuno; el pan es uno de los chuches favoritos de mis canes. Nelo, que nunca antes había experimentado el placer del hurto, las ve, comprueba que yo no vigilo y roba una. Con la inocencia (por no decir la memez) que lo caracteriza, se la lleva a su camita para comérsela tranquilamente. Pero resulta que su camita es también la cama de Nua y cuando el quillo llega con su botín ella impone su autoridad. Primero le ordena con ladridos que le entregue la rebanada, él obedece sumiso. Luego, con otro vocinazo le dice que no incordie y se la zampa entera ante sus narices. Era de noche y todo fue rápido, así que no pude hacerle una foto a la cara de desconcierto y frustración del chucho, pero os aseguro que era de cómic. El pobre es más tonto que Sergio Ramos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja,fantástica Nua!!!

Anónimo dijo...

Ha sido un placer compartir restaurante (que no mesa) esta noche en Ca La Joana de Sarrià. Como en su momento ya te dije que tenía la mayoría de tus libros y ya sigo este blog, no se me ha ocurrido nada que decirte, aunque mi madre haya insistido en hacerlo :)

Un abrazo!!!

Ester

Isabel Franc dijo...

Ester, no vuelva a hacer eso, quiero decir no saludarme. Las divas, divinas de la muerte como una servidora necesitamos ese tipo de estímulos, además, cuando estamos cenando en un restaurante con amigas y se nos acerca una fan nos sentimos, por un momento, la Belén Estevan del glamour Les (salvando las distancias, claro). :) Mil gracias por tu comentario.