Estos días andamos con mucha movida de visitas, comidas y celebraciones varias en casa, así que ayer fuimos a la peluquería para que lo dejaran aseado y peinadito. La peluquera, que dice con razón que el Quillo es un amor, le regaló un collar rojo pasión. Y ya está claro que el rojo le sienta fenomenal. Desde que lo lleva, no hace más que mirarse al espejo: de frente, de lado, de culo... y asegura que en el próximo concurso de belleza se presentará con la cabeza bien alta, a ver si en esta ocasión gana él y no su vecino Ziro. Bueno, al menos, hemos ganado autoestima.
Es que está muy adolescente, el pobre!!
La frase del día: Hasta un reloj parado da la hora exacta dos veces al día.
Lewis Carrol lo plantea en un acertijo.
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