sábado, 13 de diciembre de 2008

Aborto de altos vuelos

Estuve en Sevilla, en las jornadas de cultura LGBT organizadas por DeFrente y también llovía. ¿Será un complot del PP para desmoralizar a cómicas de la pluma? Menos mal que allí me trataron como a una diva. Un viaje relampago que tuvo anécdota al regreso. Después de un vuelo tranquilito y sin turbulencias (siempre nefastas para mi cinetosis), justo en el momento de tomar tierra, la aeronave hace una maniobra extraña y se vuelve para arriba. Todo el pasaje comenta: "¡Uy! ¿Qué ha pasado?". En el avión viajaba una peña de maromos a ver el Barça-Madird en directo y a uno de ellos no se le ocurre otra cosa que decir: "Es que era Reus, se ha equivocado de aeropuerto". El chsite tuvo su gracia, pero más la tuvo que el pasajero que iba a mi lado, se lo creyó y pasó la información al resto: "¡Que no era Barcelona, que era Reus!", insistía. Pensé que me iba a romper de la risa. Luego el comandante informó que habíamos tenido un aborto (de aterrizaje) y los de la peña se sintieron fatal. Le increparon con gritos de: "¡Menos vueling y más aterrizaje!" y "¡Que le quiten tres puntos en el carné de piloto!".
En fin, que viajar tiene su gracia.

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