miércoles, 13 de marzo de 2013

Extracto del monólogo para la clausura de las Jonadas AMPGIL


No participé en las jornadas ni soy madre (ni padre) por lo que incluso yo misma me preguntaba qué estaba haciendo allí. Tampoco sabía muy bien si tenía que inaugurar o clausurar el acto, pero lo que sí tenía claro era que iba a hacerlo desde el corazón, el sentimiento, las emociones... en resumen, desde el kleenex. Porque cada vez que me tocan lo emocional me hago un hartón de llorar. Dice una amiga mia que llorar es bueno, que te limpia por dentro. Por eso en el colectivo LGBT tenemos el interior como una patena. 
Es cierto que no tengo hijos ni hijas pero tengo un gato (como bien sabéis las seguidoras de este blog) que me salió rarillo; a mi no me importa, siempre le he dicho que haga lo que quiera, pero me toca aguantar comentarios de amigas y vecinas que le presuponen sus tendencias.
— ¿Y no lo cruzas? ¿Cuándo va a tener novia? 
¿Para qué? si él con quien está feliz es con su amigo. Se lo montan super bien y no hacen daño a nadie. Lo único que les digo es que se casen. Que sean lo que quieran, pero normativos. 
Tener descendencia es mucha responsabilidad. Una amiga mía está embarazada y no ha querido saber el sexo de la criatura para no imponerle roles de género. No lo sabrá hasta que entre en la pubertad, así no influirá en su opción. Me parece correcto, el único inconveniente es que tendrá que cambiarle los pañales boca abajo. 
Es de esas personas que viven más de hipótesis que de realidades. Dice:
—¿Y si me sale… —salir, salir, algún día saldrá, pienso yo; de una forma u otra, todos acaban saliendo—...rarito o rarita? —concluye— Mi prima sufre mucho porque tiene una hija LGBTQ.
—¿Todo a la vez? —exclamo—¡Qué barbaridad! 
No, por lo visto, la niña es B, pero ya se sabe que de la B a la L hay un paso, si luego transita a la T y se enamora de un tío, acaba siendo G. Para mi amiga, eso es un follón y un sufrimiento a cada paso y ella, lo único que quiere es que su hijo o hija no sufra. Pero ¿qué necesita una criatura para no sufrir en esta vida? 
—Ser hetero —dice—, de raza blanca —claro porque tanto ella como el padre lo son y si el bebe nace amarillo o tiene ictericia o ellos tienen un problema—; bien parecido, talla 38, estatura media, inteligente, pero sin pasarse (l@s superdotad@s también sufren mucho); y que no le falte ni le sobre nada. 
—Pues, no sufrirá, pero será de un anodino, mediocre y normativo, que ¡menudo aburrimiento! Además, puede salirte cosas mucho peores —le digo—. ¿Te imaginas tener un hijo torero en Catalunya? O psico killer… O monja. Si te sale monja ¿qué? 
—¡Yo encantada! —afirma— Sería maravilloso tener una Forcaditas en casa. (la monja con pantalones ha puesto el listón del hábito muy alto) 
—Tambien puede salirte banquero —sigo yo— o ministro españolizante o marido de infanta… ¿No es peor eso? 
— Siiii, es peor… pero Urdangarin hace meses que no paga la hipoteca y no van a desahuciarlo.  En cambio, si mi hij@ es homosexual, tendrá que enfrentarse al rechazo, la discriminación, el bulling escolar… Y al paso que vamos, el día menos pensado acaba en la cárcel. Y lo peor es que todo habrá sido por culpa mía, por no haber hecho las cosas bien.
Qué afición tenemos a culpabilizarnos por responsabilidades ajenas.
—Métete esto en la cabeza —le digo—: la culpa es de un sistema que quiere tener las mentes y los cuerpos bajo control y condena todo aquello que se sale de la norma. No son las personas las que tienen que adaptarse a la sociedad sino la sociedad la que tiene que adecuarse a las personas. No se trata de crear modelos estándar, sino de forjar una sociedad que incluya todos los modelos. ¡Mira que es fácil, ¿eh?! Pues no hay manera.
Por eso es tan importante organizar jornadas como estas, para visibilizarse, empoderarse, subvertir el pensamiento único, seguir trabajando por nuestros derechos y llorar juntos y juntas, a ser posible, de risa.

No hay frase del dia que el texto es muy largo

2 comentarios:

feli dijo...

Muy bueno Isabel!

relatos de lorca dijo...

Ojiplatica y bocaabrida me ha dejado con su monologo,iba a aponer OOOOOlé, pero como es algo taurina la expresión, lo dejo en ¡¡¡¡halaaaa!!!!!.
Una duda me asalta, de la abreviatura LGBTQ, las cuatro primeras me las sé, pero la Q no la identifico.
En todo lo demás, ha estado usted sembrá, como dicen en mi pueblo "quina rao tens".
lrc